Gran parte de la sociedad argentina se está desayunando que Chile no es lo que se pensaba. Miran con asombro que los medios le transmiten una nueva verdad, que hasta ayer nomás, era otra verdad muy distinta.
Chile, que en todo momento era tomado como el derrotero a seguir por nosotros los incorregibles argentinos, resulta que a pesar de tener un gobierno intimamente afin a ellos, (los medios masivos corporativos llamados independientes) no todo es color de rosas. No era que los números, las cifras, las estadísticas y los indicadores, eran de una Suiza americana?.
Los alumnos secundarios, apenas adolescentes, cargados de valentia están liderados segun destaca la prensa, por una belleza, como si el atributo principal de la niña fuera su hermosura, y no sus ideales y su forma de enfrentar al sistema anacrónico de educación cuyas características emblemáticas son el elitismo, la exclusión y la imposibilidad del Estado para orientar la línea necesaria que debe tener una educación popular y nacional a largo plazo.
Que piden estos chicos con tanta pasión: Adivinen: a) una revolución chino, comunista, trotskista?; b) el desplazamiento de todo el aparato ultra neoliberal imperante?; c) que se vayan todos los políticos corruptos?. Ninguna de las tres alternativas, lo que piden es que les sea más barato estudiar. Lo que piden es que la educación eleve su nivel. Lo que piden en definitiva es que los dejen estudiar. Para ellos la educación es un derecho y no un negocio de unos pocos. Realmente conmovedor.
Otro es el tema de los mineros. Estos muchachos, que la prensa del mundo se encargó de mostrarnos como héroes y vaya si lo fueron, hoy se enfrentan a un sistema que los ignora. Ellos luchan para que no se privatice parte de su trabajo.
Parece mentira que en este siglo 21 haya todavía algún desfachatado que nos haga creer que privatizando los recursos no renovables de Estado se mejore en algo la calidad de vida de las personas. Las privatizaciones descarnadas e impiadosas a que fuimos sometidos los argentinos durante la década del noventa lo único que lograron fue traer mas atraso, pobreza y desesperanza al pueblo y unos cuantos vivos se encargaron de destruir todo el aparato productivo de la nación y llenarse sus bolsillos a costa de todos.
Por ello, mis amigos, no todo lo que reluce es cobre. Antes de opinar sobre un lugar, es necesario conocerlo y no guiarse sólo por las corporaciones mediáticas.
